Javier Arce (derecha) junto a los dirigentes del club, Caballito Fútbol Club.
"Estamos entusiasmados con este debut en la Liga. Los chicos se encuentran bien. El año pasado yo les comenté la posibilidad de entrar en LAFA y me contestaron que sí, que querían seguir progresando. Cuando hablé con Osvaldo, Chupete y Alejandra, me abrieron las puertas de la mejor manera. Ahora, hay que meterle mucho esfuerzo a esto".
"Lo importante es que el grupo está fuerte. Los jugadores son conscientes de que todas les falta. Es un grupo que nunca jugó futsal. Aunque progresaron bastante, recién llevan un año de trabajo. Pero día a día ellos mismos se van poniendo metas relacionadas a seguir aprendiendo este juego".
"No voy a fichar como jugador. Los chicos me lo pidieron pero ya dejé de jugar; eso pasó a un segundo plano para mí".
"En Caballito, se hace todo a pulmón. Yo soy el coordinador y a veces le doy una mano al técnico, que también trabaja en un country. Además, coordino el trabajo de las inferiores, de los profes... También tenemos el baby... Quien está a la cabeza de todo esto es el presidente, Marcelo De Arriba. El se comporta como un dandy, porque corre para todos lados. Lo hace en silencio pero siempre está. Aparte Lorenzo Cafaro es la persona que viene conmigo a la Liga, y también está Damián Cáceres, que juega en la primera y es uno de los profes".
"Sé que hay mucha gente que se pregunta el por qué de nuestro nombre, siendo un club de Ciudadela. Lo que pasa es que ellos tenían el baby en el barrio de Caballito. Pero alquilaban, tanto para entrenar como para jugar. Después llegué yo, que soy de Ciudadela y conozco un club de la zona que se llama Unión Argentina. Este club estuvo abandonado once años. Un día, con Nelson Videla nos acercamos, les presentamos un proyecto y nos dieron el ok. Ahora hasta tenemos la llave; nos dijeron que hagamos de cuenta que el club es nuestro. Entonces trasladamos a Caballito para ese lado, donde tenemos un manejo exclusivo".
